¿Os habéis planteado cuáles son los inputs que debe recibir un Business Angel para que apueste por vuestro proyecto? En CINC creemos que algunas de las características básicas que tienen en cuentan los Business Angels a la hora de invertir son:
1. La experiencia y trayectoria de los fundadores y su gestión.
2. La ventaja competitiva de las empresas.
3. Características y el potencial crecimiento en el mercado.
4. Compatibilidad entre la propuesta de gestión de negocios y las habilidades de los business angels y su preferencia de inversión.
5. El compromiso financiero de los emprendedores.
A la hora de valorar una empresa, no sólo tienen en cuenta el plan de negocio sino la teórica capacidad de crecimiento que pueda tener, que muchas veces debe estar en consonancia con el sector que ellos tan bien conocen. En la primera reunión que tengas con un business angel, deberás tener mucha destreza para poder responder a todas sus preguntas, teniendo en cuenta que es aconsejable mostrar siempre humildad y sinceridad en tus respuestas.
Si estás buscando un business angel, deberás tener en cuenta que están más asociados a empresas que dan sus primeros pasos y que necesitan el capital para iniciar la fase del crecimiento. A cambio, el emprendedor debe ceder una parte de la “propiedad” de la empresa.
Los business angels se concentran en su gran mayoría en sectores y empresas con una fuerte base tecnológica, invirtiendo en proyectos cercanos a su lugar de residencia. Esto no quiere decir que si tu empresa es más tradicional, no puedas recibir financiación por parte de ellos sino que no tienes tantas posibilidades. Normalmente están organizados en redes y se puede dar con ellos mediante concursos y eventos para start-ups, ferias de networking, rondas de financiación, etc. Por ello es útil acudir a eventos empresariales y redes de Business Angels.
Por lo general un inversor, cuando analiza una operación tiene en cuenta elementos como:
El equipo: ha de estar completo. Como emprendedor has de intentar rodearte de los mejores, con capacidades y conocimientos, que complementen tus carencias para hacer realidad el proyecto y las perspectivas de ventas de la empresa. Dentro del equipo, aunque estés en fase de desarrollo, empieza a pensar en la capacidad comercial. Un inversor quiere ver que vas a ser capaz de vender lo que vas a hacer, y vender cuesta mucho. Recuerda que un producto no se vende solo, ni aunque sea el mejor del mundo en tecnología, usabilidad y todas las exclusividades técnicas que se te ocurran. Además, todos han de tener una conducta e historiales intachables.
El mercado: El tamaño del mercado suele ser un estándar: Un mercado de mil millones de euros, y que esté creciendo en las líneas de las tendencias actuales y futuras de crecimiento. El inversor a quien presentas la operación, por lo general, ya conoce los tamaños de los mercados y su potencial de crecimiento. Cuáles son sostenibles y cuáles no, y cuáles les interesan y cuáles no. Lo que sí que busca es un mercado que conozca más o menos bien y que vaya a crecer mucho, ya que si estás en un mercado en crecimiento, es posible que crezcas con él por muy mal que lo hagas. Es por ello que suelen evitar los nichos de mercado muy específicos, o los mercados maduros.
Crecimiento: ¿Cómo planteas el crecimiento de tu empresa, tus ventas, tus ingresos, tus gastos, tus inversiones, tu internacionalización? Todo eso ha de ser creíble y evitar los “palos de hockey”, donde a partir del segundo año tu crecimiento es exponencial. Nadie se cree eso. No obstante, has de tener la convicción de que tu empresa va a crecer mucho y va a vender muchísimo más, ya que si no es mejor que no te plantees hacer una ronda de financiación con inversores. Sin crecimiento la rentabilidad del inversor es baja y, por consiguiente, la operación resulta poco atractiva.
El producto/servicio: por lo general ha de ser un producto que aporte una solución real a una necesidad real cuantificable y proporcione un valor al usuario final por el que esté dispuesto a pagar. Muy importante es la competencia de tu producto. Lo que importa es que la gente conozca el producto y perciba que puede ser mejor que otros. A veces mejor no es mejor técnicamente, sino mejor presentado, más barato, más vistoso, más exclusivo. Depende de a quien dirijas tu producto.
Modelo de negocio: Cómo ingresas el dinero y cómo lo gastas. Analiza bien las “palancas” que hacen que tu modelo tenga éxito o fracase.
La ventana de oportunidad: ¿Es el momento para este tipo de propuesta de negocio? ¿Nos hemos adelantado? ¿Llegamos tarde? ¿De qué espacio de tiempo contamos para ser pioneros y llevarnos una buena tajada del mercado antes de que otros nos coman? Son las preguntas típicas cuando se analiza la ventana de oportunidad de un proyecto.
Y por último y no menos importante, la posibilidad de salida de la operación. ¿Cómo y en qué momento recuperará el inversor su dinero, y con qué rentabilidad? Es realmente el factor clave, y condición sine qua non. Éste es el pasa/no pasa. No tener una buena estrategia de salida para los inversores supone que el mejor de los proyectos no logrará captar inversore. Sin salida, no habrá entrada.
CINC, Centro de negocios y Asesoría de empresas
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