Los buenos emprendedores no son sólo aquellos que tienen ideas maravillosas, son los que además saben identificar la viabilidad real de estas ideas. Muchos buenos proyectos con ideas maravillosas han fracasado por no tener en cuenta ciertos factores determinantes en el funcionamiento de una empresa. Aunque la idea de negocio y el producto que vendemos son elementos básicos e imprescindibles en toda empresa, existen ciertos factores que debemos tener en cuenta a la hora de embarcarnos en un nuevo proyecto empresarial:
– Mercado: ¿Cual es nuestro mercado? ¿Tenemos mercado posible? Dirigirse a un mercado equivocado o actuar en zonas en las que no tenemos mercado a quien dirigirnos son muchas veces la causa del fracaso a pesar de lo bueno que sea nuestro negocio.
– Alternativas: ¿Y si no sale todo lo bien que pensábamos? Debemos tener un plan B. No importa que creamos ciegamente en nuestro proyecto, las cosas siempre pueden salir mal y debemos tener alguna solución.
– Valor real: ¿Es nuestro proyecto realmente tan bueno? Analicemos bien el entorno para ver hasta que punto nuestra idea es tan sugerente. Contrastemos con la opinión de expertos y posibles clientes. La objetividad de nuestro entorno puede hacernos ver carencias que por culpa de nuestra ilusión no veíamos.
– Rentabilidad: ¿Es viable económicamente? Tenemos que buscar las máximas garantías de que nuestro proyecto puede generar los beneficios suficientes para cubrir los gastos y la inversión que realicemos. Muchos buenos proyectos no tienen el potencial suficiente para llenar las arcas de la empresa.
Foto de El Equilibrio Perfecto
CINC, Centro de negocios y Asesoría de empresas
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