
Las compraventas de artículos de segunda mano entre particulares a través de internet deben tributar, como cualquier otra transacción en el mundo físico. Estas operaciones, que se realizan a través de plataformas como Wallapop, Vibbo o Ebay, están sujetas al impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP), un tributo cedido a las autonomías y que grava también transacciones de viviendas o vehículos usados, según la respuesta a una consulta vinculante a la dirección general de Tributos del ministerio de Hacienda.